Casi 300 policías, a la calle por reprobar el examen de confianza

Si de por sí se siente horrible quedar desempleado, cómo se hallarán los casi trescientos tiras que ni siquiera aspiran a ser contratados en otros estados. Es una medida muy dura que sigue deteriorando al tejido social, pero la oportunidad para deshacerse de tantos empleados fue aprovechada por el gobierno de Tlaxcala. Ni modo... pero, dónde veremos a estos pobres hombres, porque quienes los despacharon no advierten que ahora son candidatos para engrosar las filas de la delincuencia; aun peor: ¡del crimen organizado!, pero he ahí a los orgullosos funcionarios, Ubaldo Velasco, Benito Hernández y Héctor Maldonado, felices por cumplir la orden de la superioridá, aunque en ello vaya un golpe, insistimos a ese tejido social roto, lastimado y ahora, sin empleo.