Me cae que esta política de terror contra los trabajadores no tiene precedente. A mí se me hace que todo tiene que ver con aquello de que se acabaron la lana en gastos superfluos y ahorita ya no saben cómo hacerle para estirar lo poco que queda. Al paso que van, para diciembre la Policía va a tener un elemento, las secretarias van a ser una por dependencia y de plano no va a haber quien maneje los grandes coches de los potentados funcionarios... ¡chale!
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