Uy, qué coraje el de Mariano con estos operadores, necios ¿verdad?

Hay que ver el coraje de don Mariano Flanders al comprender que uno de sus colaboradores con más confianza, el secretario de la Función Pública, Hugo René Temoltzin Burns, no está dispuesto a reconocer que últimamente no se encuentra, como quien dice: acertivo (para nada). Y también hay que ver la mirada pícara del panista Homero Lozano Tovar (que de justo tiene poco) al vislumbrar que su defensa como legislador ante instancias federales no tiene otro destino más que favorecerle. A Mariano le urge afinar sus estrategias; mire que no está mal castigar actos de corrupción, como sería eso de que un diputado siga cobrando en un Cecyte. Aquí pasa algo... su operador de lujo, el joven Temoltzin, se fue de bruces y, ahora no le queda más que  hacerse el interesante, como si de veras esperara de la justicia federal un fallo a favor del delicado encargo hecho por su patrón.